Qué hacer si eres ama de casa para poder cobrar tu pensión de jubilación

Como ama de casa, has dedicado años de tu vida al cuidado del hogar y la familia, un trabajo incalculable que muchas veces no se ve reflejado en aportaciones económicas directas pero que al menos te da derecho a una pensión no contributiva. Sin embargo, cuidado porque llegado el momento de la jubilación igual te llevas una sorpresa por no haberlo gestionado bien. Tienes que tener en cuenta una serie de factores para cobrar su merecida pensión.

La pensión no contributiva para amas de casa

La pensión no contributiva es una prestación económica a la que tienes derecho si no has cotizado o no lo has hecho lo suficiente como para tener derecho a una pensión contributiva. Las amas de casa son uno de los colectivos vulnerables beneficiarios de esta ayuda.

Para acceder a esta pensión, debes cumplir con ciertos requisitos que aseguran que realmente necesitas esta ayuda económica a ojos de la Administración:

• Debes tener al menos 65 años de edad.
• No puedes tener ingresos superiores a 7.250,60 euros anuales, lo que equivale a unos 517,90 euros mensuales.

Cómo solicitar la pensión no contributiva

Reúne la documentación necesaria: necesitarás tu DNI, certificado de empadronamiento y cualquier documento que acredite tus ingresos; a continuación, rellena el formulario de solicitud, que puedes obtenerlo en el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) o en los servicios sociales de tu comunidad autónoma.

Por último, presenta la solicitud en la oficina de la Seguridad Social más cercana o envíala por correo certificado.

Qué tener en cuenta para no perder pensión

Una vez concedida, es importante cumplir con ciertos requisitos para mantener la pensión no contributiva y evitar su suspensión. No debes superar los ingresos máximos permitidos para seguir recibiendo esta pensión. Estos límites varían según los convivientes:

• Dos convivientes: 12.326,02 euros anuales.
• Tres convivientes: 17.401,44 euros anuales.
• Cuatro convivientes: 22.476,86 euros anuales.

Si convives con algún pariente consanguíneo como padres o hijos, los límites aumentan:

• Dos convivientes: 30.815,05 euros anuales.
• Tres convivientes: 43.503,60 euros anuales.
• Cuatro convivientes: 56.192,15 euros anuales.

Si tus ingresos o los de tus convivientes superan estos límites, puedes perder la pensión, con lo que debes mantener un control riguroso de tus ingresos para evitar sorpresas desagradables y comunicar cualquier cambio de situación económica o familiar que pueda hacer peligrar la prestación. 

Declarar las rentas del año anterior

Muy importante: durante los tres primeros meses del año, el Imserso revisa las rentas anuales del año anterior de los beneficiarios. Si no cumples con esta obligación a tiempo, tu pensión será suspendida, aunque puedes reactivarla al presentar la información requerida.

Por eso cualquier cambio en tu estado civil, unidad de convivencia o lugar de residencia debe ser comunicado al Imserso. No hacerlo puede resultar en la pérdida de tu pensión.

Otros beneficios y ayudas que puedes solicitar como ama de casa

Además de la pensión no contributiva, hay otras ayudas y beneficios que puedes solicitar como ama de casa:

• Complementos por mínimos: si tus ingresos son muy bajos, puedes solicitar complementos que incrementen tu pensión hasta el mínimo establecido.
• Ayudas sociales autonómicas: cada comunidad autónoma ofrece ayudas adicionales que pueden complementar tu pensión.

Existen también diversos programas y organizaciones que ofrecen apoyo y asesoramiento gratuito para personas que buscan acceder a estas ayudas. Puedes consultarlo en los servicios sociales de tu comunidad para recibir orientación personalizada.

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