10 cosas que no deberías poner nunca en tu salón, según una decoradora de interiores

Una alfombra de poco tamaño puede hacer que una habitación parezca más pequeña

Si la alfombra de tu habitación es demasiado pequeña, puede hacer que tus muebles se perciban como si estuvieran flotando, sin que nada los apoye. Una alfombra pequeña también puede hacer que una habitación se sienta más estrecha (ya que está esencialmente en el centro de un grupo de muebles).

Piensa en las alfombras como un mantel individual en lugar de una pieza central para los muebles. Extenderla un poco más allá de los muebles amplía el área del salón haciendo que la habitación parezca más espaciosa.

Como regla general, elige una alfombra lo suficientemente grande para que sobrepase hasta 20 centímetros más allá del sofá a cada lado y para que al menos dos patas de cada mueble se asienten cómodamente sobre esta. 

En mi opinión, los futones son más funcionales que cómodos

Debido a su construcción funcional y ligera, los futones suelen ser más bien pequeños, con asientos estrechos y cojines más firmes que los sofás normales.

Dado que el salón es uno de los espacios más utilizados de la casa, yo no sacrificaría la comodidad ni el estilo por los invitados ocasionales, así que reserva el uso del futón para otro tipo de cuarto como un despacho.

Si necesitas duplicar el salón como espacio para invitados, considera la posibilidad de comprar un sofá cama, cuyo cambio pueda ser cómodo mientras te permite aprovechar los rincones.

Las persianas verticales de plástico no resisten al paso del tiempo

Las delgadas persianas verticales de plástico tienden a doblarse y romperse con facilidad, y las cuerdas y los engranajes de cierre pueden resultar frustrantes de manejar.

Las cortinas son cruciales para la intimidad, la luz y el control de la temperatura, pero también pueden realzar la decoración interior. Como elemento de uso cotidiano, las persianas de buena calidad son una inversión, y pueden añadir valor a tu hogar.

En lugar de conformarte con una versión vertical de plástico, opta por persianas de madera, contraventanas o estores que filtren la luz. Añadir cortinas de calidad también puede ayudar a controlar la temperatura e incorporar personalidad.

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Nunca dejaría que mi mesa de café se convirtiera en una sala de conferencias

Si tu salón está repleto de papeles y listas de tareas pendientes, puede que te resulte difícil dejar de pensar en el trabajo y ponerte en modo relax, sobre todo si ambas cosas tienen lugar en tu mesa de café.

Cada vez aumenta más el número de personas que trabajan desde casa, por lo que es importante crear un entorno de trabajo cómodo y, al mismo tiempo, mantener la separación entre la zona de trabajo y la de estar. Si el espacio es limitado, divide la habitación en zonas separadas. De este modo, cuando termines tus labores, podrás alejarte del área de trabajo.

Por ejemplo, puedes instalar una estación de trabajo con un escritorio específico que de a la pared y una estantería abierta o un conjunto de cajones que dividan la habitación.

Evita utilizar únicamente una iluminación blanca brillante

Depender únicamente de lámparas de techo puede hacer que el espacio se sienta oscuro (e incluso pequeño). Por otro lado, si la habitación sólo tiene iluminación de pared o bombillas blancas, puede parecer demasiado estridente.

Para crear una sala de estar relajante, distribuye la luz por el espacio con varios aparatos a distintas alturas, controla la luminosidad con reguladores de intensidad y utiliza bombillas con una temperatura de color más cálida para crear una iluminación acogedora.

Los cables a la vista son una monstruosidad estética de rápida solución

Colocar el televisor en la pared puede elevar el salón, pero los cables a la vista crean desorden visual y pueden hacer que un espacio parezca sin terminar. Si no puedes pasarlos por la pared, una opción rápida y sencilla es instalar un riel ocultacables que combine con el color de la pared.

Pero, en la mayoría de los casos, te recomiendo que no coloques los aparatos electrónicos en la pared y que aproveches la oportunidad para invertir en un bonito soporte para el televisor. Hay muchas opciones, no solo atractivas, sino también baratas.

Los muebles comprados por su aspecto probablemente no satisfagan tus necesidades de comodidad

Una pieza bonita, como un sofá de esmoquin de piel blanca, puede hacer que tu salón parezca de revista, pero puede que no invite a la gente a ponerse cómoda. 

Cuando inviertas en muebles, debes tener en cuenta tu estilo de vida y el uso que le quieres dar. Por ejemplo, si quieres que los invitados se relajen en tu salón, evita los sofás con reposabrazos altos, cojines estrechos, las sillas de acento rígidas con brazos de madera y los asientos firmes.

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Las paredes con muchos cuadros sobreestimulan el cerebro

Las paredes a modo de galería se crean apilando un conjunto de pósteres enmarcados, pequeñas obras de arte y fotos familiares que suelen colocarse en esas paredes enormes con las que no sabes muy bien qué hacer. Aunque llenan el espacio, las paredes galería pueden percibirse como un desorden visual, al menos si no se cuidan con esmero.

Yo siempre recomiendo colocar las obras de pequeño formato sobre la mesa o en las estanterías y optar por obras de gran formato para la pared, con el fin de llenar el espacio y conseguir un diseño más atrevido.

Si te gusta el estilo de galería, utiliza el mismo tipo de marco para todas las obras e intenta incorporar colores y estampados que se repitan para crear el efecto de que se trata de una única obra.

Los sofás seccionados con cojines de respaldo sueltos pueden ser molestos

Los cojines de respaldo sueltos no están sujetos al sofá (además tienen fundas extraíbles). Aunque pueden ser un buen argumento de venta para algunas personas que desean lavar las fundas con regularidad, otras encontrarán que crean una rutina de mantenimiento frustrante.

Al comprar sofas con cojines de respaldo sueltos, ten en cuenta el peso y la densidad de los cojines y su atractivo visual. Los cojines ligeros se caerán y se empujarán fácilmente por el sofá, por lo que a menudo habrá que cambiarlos de sitio. En cambio, los cojines pesados de plumas se aplastan y hay que mullirlos a menudo.

Si no quieres tener que ocuparte constantemente del mantenimiento y el mullido, considera la posibilidad de comprar un sofá con cojines de respaldo fijado al mueble.

No puedo limitarme a las típicas mantas de hasta 150 centímetros

No hay nada más decepcionante que acurrucarse bajo una manta con la que se asomen los dedos de los pies. Aunque las mantas típicas suelen medir unos 100 x 150 centímetros, por lo que no ocupan demasiado espacio en el sofá, su tamaño también significa que no podrás estirarte debajo.

En su lugar, busca una manta de tamaño gemelo o de gran tamaño. Una buena manta, sobre todo si es de punto, puede añadir una textura bonita y acogedora a tu espacio, con fácil plegado y que sea una pieza versátil para ti y tus invitados.

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Etiquetas: Decoración, Hogar